13 feb 2011

Tres mascarillas caseras súper fáciles



Mascarilla de aspirina para piel grasa
Quizás hayan oído hablar de esta famosa mascarilla, porque inclusive Michelle Phan hizo un tutorial al respecto.
Esta mascarilla se considera fácil de realizar en casa ya que casi todas las personas tenemos algun blíster con aspirinas en caso de que nos duela la cabeza (a no ser, claro, que sean alérgicos a esta pastilla;  de ser así, no es recomendable aplicarse esta mascarilla).
La aspirina posee ácido acetilsalicílico, componente utilizado en muchas cremas para el tratamiento contra el acné. Asimismo, es bueno para pieles mixtas a grasas. Así que si es este tu caso, probá hacer la mascarilla, es ¡súper! fácil.

Con un mortero o utensilio símil, molé de dos a tres aspirinas y colocá el polvo conseguido en una cucharada sopera de agua. Podés aplicarla directamente así, o bien mezclar el polvo con yogur. Frotá la mascarilla en la cara y cuello con suavidad y en forma circular, y dejala reposar por unos cinco minutos. Después enjuagá repitiendo los movimientos circulares y listo. Es tan fácil como eso.
Podés hacértela hasta tres veces por semana -más no porque puede generar acostumbramiento y dejar de ser útil.

Mascarilla antioxidante de vino tinto y miel
Las propiedades del vino tinto ayudan a lograr un efecto rejuvenecedor en la piel, por lo que podemos considerar a esta receta como una mascarilla antiaging.

Todo lo que necesitás son cuatro cucharaditas de miel y dos de vino tinto. Antes de colocar la mascarilla, limpiate bien la cara con leche limpiadora o el producto que uses. Luego de mezclar los ingredientes en un recipiente, aplicala en la piel del rostro y cuello y dejala reposar durante 20 minutos. Retirá usando agua tibia y recordá usar movimientos suaves -y este consejo extendelo a cada vez que utilices productos para la cara.
Vas a sentir la piel lozana y refrescada. Aplicá tónico con un disco de algodón con movimientos ascendentes (desde el cuello hacia arriba).

Mascarilla rejuvenecedora de limón, avena y aceite de oliva
Se sabe que el limón tiene efectos aclarantes -debo confesar que cuando era adolescente estaba obsesionada por verme más "pálida" y me aplicaba limón puro antes de dormir....¡de más está decir que amanecía con la cara completamente pegoteada!-, pero además de ello, ilumina la piel de manera sorprendente.
Por otro lado, el aceite de oliva tiene C, D y E, antioxidantes y hierro, lo que ayuda a que la piel se regenere y mantenga su hidratación. Y por último, la avena ayuda a combatir la piel enrojecida o manchada.
Esta mascarilla sirve para piel normal y combinada; puede usarse en todo tipo de piel -donde el limón seca, el aceite de oliva nutre.

Necesitás una cucharadita de aceite de oliva, unas gotas de jugo de limón y media taza de avena previamente cocinada y que ya haya enfriado. Mezclá todos los ingredientes en un recipiente y aplicá en el cuello y rostro. Dejalo reposar de 15 a 30 minutos y enjuagá con agua tibia.


Para tener en cuenta

  • La piel descansada absorbe mejor el producto, así que mientras te haces la mascarilla recostate, escuchá música, etc: relajate.
  • Antes de aplicar la mascarilla, cuidá que la piel esté limpia. Luego de la mascarilla, no olvides el tónico y tu crema hidratante favorita.
  • Cuidá también los párpados: tené preparadas dos rodajas de papa y ponelas sobre los ojos mientras la mascarilla hace efecto. La piel de esa zona se va a sentir deshinchada y fresca.
¡Haganlo! ¡Cuídense, che!


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